jueves, 5 de noviembre de 2015

Historia

El nombre de "maravillas" proviene de un error en la traducción del griego, pues sería más correcta la expresión "cosas que ver", y eran estatuas, edificios o incluso ciudades, dependiendo de la lista, que se consideraban dignas de ser contempladas. No se consideraba digna de visitar ninguna ruina ni paraje natural, por bella o bello que fuera.





Los restos y evidencias que han quedado de dichas obras varían mucho de unas a otras. Una de ellas, los Jardines Colgantes de Babilonia, plantea dudas sobre su existencia real, al menos en la ciudad de Babilonia. De las dos estatuas no se conserva ningún resto, pero sí representaciones en monedas de la obra en honor a Zeus. De los cuatro edificios han llegado hasta el siglo XXI descripciones, planos, representaciones, restos e incluso la mayor parte de su construcción, caso de la Gran Pirámide.


La idea de recoger siete maravillas en una lista ha perdurado y constituye un intento que aparece periódicamente en la cultura popular.


El título de Maravillas del Mundo Antiguo es fruto de un error en la traducción. Títulos como el editado por Charles River (2012), indican que la idea inicial no era la de recoger obras extraordinarias que despertaran admiración, cuya expresión en griego sería "thamata"; sino más bien "algo que ver", al emplear las primeras fuentes el término "theamata" con una "e"; siguiendo la idea de listar obras y también lugares, caso de la ciudad de Tebas, los cuales fuesen dignos de conocerse alguna vez y no tanto construcciones que maravillasen.






0 comentarios:

Publicar un comentario